lunes, 26 de abril de 2010

Corredor del Veleta

El pasado sábado fui con Yamil al corredor del Veleta. Esta es una muy típica ruta alpina de Sierra Nevada que por diversos motivos nunca había realizado. Fue una experiencia muy interesante, aunque las condiciones de la nieve ya son bastante malas.

Decidimos salir a las 7:00 y ese fue nuestro principal error. Dado el calor que hace ya si se quiere hacer una actividad invernal hay que estar preparado mucho más temprano. Hay que tener en cuenta el tiempo que se tarda en subir a la sierra y en hacer la aproximación. Sin duda habría que haber salido al menos dos horas antes.

La aproximación es la subida normal al Veleta, evidentemente. Encontramos en este tramo una nieve muy buena, que nos permitió avanzar con rapidez. Desde la Hoya de la Mora tardamos algo más de dos horas en llegar hasta el punto de rápel donde bajamos al corredor. La subida la hicimos por el camino habitual, aprovechando las pistas de esquí cuando iban en nuestra dirección (a esa hora no baja nadie y es más difícil que se choquen contigo).



El rápel por el que bajamos al corredor está pasadas las posiciones. Es fácil de encontrar, sólo hay que dirigirse hacia el Veleta por la cresta hasta llegar a una roca que tiene otra a modo de sombrero. Aquí la tenéis desde lejos



y aquí ya más de cerca



El paso se hace por detrás de la piedra, por ese colladito que se ve en la foto. Allí hay una reunión muy buena con dos argollas sujetadas con parabolts y una chapa. En cualquier caso hay que tener mucho cuidado, porque es una zona donde se forman cornisas de nieve y si pisas donde no debes te puedes ir para abajo (muchos metros). Lo mejor es no separarse nada de la piedra y asegurarse en cuanto se acerca uno a la reunión.

Desde allí ya se puede ver el corredor (abajo en esta misma foto se puede apreciar la cornisa que se había formado y que no hay que pisar).



Se puede ver que había gente ya dirigiéndose hacia el corredor. En ese momento no lo sabíamos, pero eran compañeros del Treparriscos. También se puede ver que para llegar al corredor hay que hacer una media ladera bastante inclinada. Esa es sin duda la parte más peligrosa, más que encarar el corredor en si. Está muy expuesta y tiene mucha inclinación, lo que sumado a la nieve blanda hacía muy trabajoso el avance.

En esta otra foto se puede ver el camino que hace el corredor, que es bastante impresionante.



Después de hacer el rápel nos dimos cuenta de que la nieve en esta zona estaba mucho peor que en en la subida. En cualquier caso era lo suficientemente buena como para hacer la actividad, y las otras posibilidades de salida tampoco eran más seguras. Así que decidimos tirar para adelante. La parte más difícil sin duda fue la media ladera.



En esta otra foto se puede ver a Yamil clavando bien sus crampones (en este momento la nieve no estaba demasiado blanda)



En estas se puede apreciar mejor la huella que se iba quedando.





Después de mucho sudar (literalmente) llegamos al corredor. Esta parte fue más fácil al poder abandonar ya la media ladera y la nieve estaba ligeramente mejor. Por otro lado el cansancio ya hacía mella y la subida se me hizo un poco eterna. Finalmente llegamos a la parte donde el corredor termina y empieza la roca. Una vez allí hay dos posibilidades, o escalar en mixto hacia la cumbre o rapelar hacia Los Machos. La segunda estaba algo más complicada, porque la nieve había cubierto la reunión.

Allí arriba nos reunimos con nuestros compañeros del club. Para facilitar las cosas Vane decidió venirse con nosotros mientras los demás subían y así hicimos una cordada de tres. Afortunadamente me tocó a mi abrir toda esta parte.

En esta foto se puede ver un trazado aproximado del primer largo.



La vía se podría hacer entera hasta arriba con dos cuerdas de 60 metros, pero algo enredó mis cuerdas y tuve que parar a la mitad a montar una reunión. Allí nos reunimos los tres (de ahí el nombre) y seguí para arriba.



Aquí se puede apreciar (más o menos) la reunión.



Está montada en una piedra bastante grande, pero suelta. Por eso monté otra alternativa arriba con dos fisureros, que trabajaría en caso de fallar la primera. La subida del segundo largo fue por la famosa Fidel Ferro.

De ahí hasta arriba fue bastante fácil y arriba, como no, nos hicimos la foto de rigor.




De ahí un par de horas (algo menos) hasta el coche y a casita con la tarea hecha.

Tajo del Chamizo

Durante mi periodo de estrés pretésico no tuve mucha oportunidad de practicar nada relacionado con el alpinismo. Principalmente por mi situación, pero también es cierto que el tiempo no ayudó mucho. Por suerte hubo una excepción, ya que el 4 de Abril me pude escapar para ir a escalar con Yamil.

Fuimos a Villanueva del Rosario a escalar El Tajo del Chamizo, una vía de clásica pura (sin reuniones ni un sólo parabolt), con lo que se convierte en la primera vía de estas características que escalo. El resultado fue una vía bastante larga y fácil, ideal para la gente que se quiera iniciar en escalada clásica, aunque nosotros hubiéramos agradecido algo más de dificultad.

Comienzo con una pequeña y personal descripción de la vía, para el que no esté interesado en leerlo entero:

Nombre: Tajo del Chamizo.

Pueblo más cercano: Villanueva del Rosario.

Número de largos: 7

Longitud: 350 metros aprox (no confundir con altura, aquí estamos teniendo en cuenta el zigzagueo de la cuerda y la inclinación).

Descripción de los largos:

1.- 50 metros IV
2.- 55 metros IV-
3.- 55 metros III+
4.- 35 metros IV
5.- 45 metros IV+ (piedras sueltas)
6.- 55 metros III
7.- 55 metros II+.

Recordad que la dificultad es muy subjetiva, esto es sólo nuestra valoración. Nos consta que hay gente que eleva el grado hasta V en algunos pasos.

Material necesario: Material personal de escalada (pies de gato, casco, arnés, asegurador, descendedor, agua, cabo de anclaje ...), dos cuerdas dobles o gemelas de al menos 60 metros, 14 cintas exprés, 2 juegos de mosquetones de seguro para reuniones (3 ó 4 mosquetones cada uno), al menos 7 cintas planas o cordinos de distintos diámetros (reservad siempre un par de ellos para las reuniones), 2 cintas planas o cordinos largos (2 ó 3 metros de diámetro al menos) para montar las reuniones (a veces los puentes están alejados unos de otros), un juego de friends y otro de fisureros.


Fuimos con Gustavo, un amigo del rocódromo y dos compañeros suyos que iban por delante nuestra abriendo la vía. De modo que no tuvimos pérdida. El comienzo de la misma está marcado por un mojón de cemento.



Un vez localizado este punto la vía es bastante evidente. Sólo hay que seguir la línea que sube por la crestecilla hacia arriba. El primer largo tiene unos 50 metros, lo abrió Yamil y allí montó una reunión a cañón.






Toda la vía es bastante sencilla de proteger, abundando las grietas y los puentes de roca. Esto simplificó mucho el montaje de reuniones y la autoprotección. El segundo largo me tocó a mi y tiene unos 55 metros. En la siguiente foto se puede ver lo sencillo que fue montar la reunión.



El siguiente largo también era de unos 55 metros, pero más fácil. En la siguiente foto se puede ver su recorrido.



La tercera reunión era también a prueba de bombas, aunque a esa no le hicimos foto. El cuarto largo fue más corto, unos 35 metros. no lo prolongamos porque serpenteaba bastante y se rozaban las cuerdas, además de que encontré un sitio para hacer una reunión rápida y segura. Aquí tenemos a Yamil terminando el largo:



y aquí la reunión, montada gracias a la colaboración de dos puentes de roca



El quinto largo fue algo más peligroso. Era seguro el más difícil de la vía (IV+ calculamos nosotros), pero además tenía muchas piedras sueltas. Por suerte como zigzagueaba mucho la probabilidad de que le cayera una piedra al asegurador (es decir, a mi) era muy baja. Aquí se puede ver el final de la vía.



y la reunión que montó Yamil, que usó dos puentes de roca y un friend (hubiera aguantado a un elefante)



El penúltimo largo era también facilito y tenía unos 55 metros. Al final había también unos puentes de roca excelentes donde asegurarse.



Finalmente Yamil terminó el trabajo. El último largo era ya muy fácil y nos llevó a un punto donde el resto se podía subir andando. Aquí se me ve saliendo ya de este último largo.



Una vez en este punto nos hicimos la foto de la victoria.



Desde arriba la vista impreionaba un poco, viendo la furgoneta en la que habíamos subido como un puntito blanco.



La bajada se hace por un caminito un poco feo. No es muy peligroso, porque no tiene tajo, pero sí bastante inclinación y piedras sueltas. Hay que ir con bastante cuidado.

En definitiva un día estupendo en mitad de una época de mucho estrés, una vía facilita pero entretenida y una oportunidad de refrescar y reaprender las técnicas de la escalada clásica. En breve postearé otra actividad realizada este fin de semana pasado, el corredor del Veleta.