domingo, 28 de noviembre de 2010

Llegada a Innsbruck

Hola lectores y lectoras.

Como la mayoría ya sabréis hace ya un par de meses que cambié mi lugar de residencia de Granada (España) a Innsbruck (Austria) por motivos laborales. No he posteado en este tiempo por varias razones, falta de tiempo, pereza, problemas con la cámara (las tarjetas Xd y Ubuntu no se llevan muy bien, me temo). Tampoco he hecho muchas cosas alpinas dignas de mención ni he profundizado mucho en los alrededores (na más que trabajar). 

Por lo menos quiero enseñaros algo de mi nuevo hogar hasta que tenga cosas más interesantes que contar por aquí. Por supuesto haré un post extenso sobre la ciudad con todo detalle, pero por ahora dejadme sólo enseñaros un par de cosas. 

Lo primero es la situación. Innsbruck está en el oeste de Austria, en la región de El Tyrol. Se halla situada en mitad de un valle, a ambos lados del río Inn. Gracias a Google lo podéis ver. 



Eso hace que se tenga las montañas a ambos lados de la ciudad. De ahí viene el problema del alojamiento, como la ciudad no tiene posibilidades de crecimiento y hay muchos estudiantes está todo carísimo. Como ejemplo podéis ver las vistas que tengo desde mi casa hacia la cordillera norte. 


La casa que me he buscado no está tan mal. Es un poco cara, pero bastante acogedora. Tiene un dormitorio, salón y cocina y un trastero. Los muebles me los buscaron y montaron mis padres en IKEA, por lo que no me puedo quejar. También tiene una terraza enorme, que imagino que usaré 2 meses al año. Mientras la uso de trastero/nevera. Desde allí se ve el jardín de la urbanización.



Lo bueno es que el salón tiene un ventanal enorme que sirve para aprovechar al máximo el sol cuando lo hay, que es un bien muy escaso aquí. 


Sobre la ciudad ya os hablaré en más detalle, pero decir que es muy bonita. El centro histórico es acogedor, a pesar de estar lleno de tiendas de turistas, como todos. El punto más céntrico es el "Tejadillo de Oro" 


Por el centro es común encontrarse con gente vestida con el traje típico (la primera vez que los vi cuando estuve en Viena pensaba que iban disfrazados). 


Durante estos dos meses el tiempo fue bastante agradable, pero por fin parece que ha llegado el invierno. Desde la ciudad hay una vista impresionante de la cordillera norte que empieza a estar nevada del todo. 


Al lado de la casa pasa el río y la vega es bastante bonita. Seguro que en un par de meses estoy harto ya de tanta nieve, pero por el momento poder ir a correr o pasear por un paraje como este me parece una suerte

Bueno, con esto termino. Espero en las próximas semanas postear algo más y conocer más a fondo la ciudad para poder dedicarle un post como Dios manda. Aparte os tengo que hablar del Mercado Navideño, que aquí es toda una institución.

3 comentarios:

Rosa María dijo...

que bien dani,con esas vistas, ve posteando mas fotos que son muy chulas.Por lo menos no echarás de menos sierra nevada con esas montañas!! yo si que la echo de menos, y la nieve no me apasiona tanto que me puede el ser friolera...

Manolo y Vicky dijo...

Muy buenas Dani, bonito reportaje. Eso si, estos del IKEA deberian crear una seccion para postdocs. En el mercado navideño no te olvides del vino caliente, es una tradicion dificil de llevar a españa, pero alli, a esas temperaturas, esta de lujo.

La quinta del ABS dijo...

El vino caliente despeja la fosas nasales en 0,2 y no va mal para aromatizar ciertos guisos :) Tomado frío (desaconsejado por el fabricante) recuerda a nuestra sangría :)

Sobre la nieve, un asquito en ciudad, mola su crujido bajo las botas y ver las calles cubiertas de nieve recién caída pero se ensucia enseguida.

Por lo demás un gran destino, se come de lujo y exótico a más no poder.

Seguiré al tanto de tus andanzas.