miércoles, 19 de octubre de 2011

Oktoberfest

Hace un par de semanas fuimos mis amigos Juanlu y Marina, Raquel y yo a la fiesta por excelencia de Bavaria, El Oktoberfest. Creo que sin duda este acontecimiento se merece un currado post. 

Historia

Para eso nada mejor que la entrada en la Wikipedia:

El primer siglo

La primera Oktoberfest se celebró del 12 de octubre al 17 de octubre de 1810 para celebrar el matrimonio del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo. La celebración fue la realización de una carrera de caballos. El Oktoberfest se realiza desde entonces en el Theresienwiese (también conocido simplemente como wiesn), un campo abierto justo al lado de la muralla de Múnich. La conocidísima Oktoberfest moderna tiene una tradición corta comparada con otros festivales o fiestas populares y de organizaciones de tiro (Schützenvereine).
Tras el éxito de la primera celebración se siguió celebrando el festival y su comienzo se adelantó a septiembre para aprovechar la climatología más benigna de este mes. La Oktoberfest finaliza el primer domingo de octubre.
En el año 1910 se celebró el centenario de la Oktoberfest y se sirvieron 12.000 hectolitros de cerveza. En la carpa de Bräurosl se tenía lugar para 12.000 invitados.

Durante las dos guerras mundiales


Bandera de Baviera.
Debido a la Primera Guerra Mundial no se celebró entre 1914 y 1918. Al inicio del período de entreguerras, en 1919 y 1920, se celebró un festival al que se denominó festival de otoño (Autumn Fest). Debido a la inflación desorbitada que se sufría no hubo Oktoberbest en 1923 ni 1924.
Con la ascensión del nazismo, la bandera blanquiazul de Baviera fue sustituida por la esvástica en 1933. Entre 1939 hasta el 1945 se dejó de organizar a causa de la Segunda Guerra Mundial. Una vez acabada la guerra se volvió a celebrar el festival de otoño. Debido a las regulaciones de posguerra, en rigor, no estaba permitida la venta de cerveza, tan solo de una bebida que no alcanzaba un contenido alcohólico del 2%.

Hasta la actualidad


Oktoberfest 2007.
El 26 de septiembre de 1980 explotó una bomba en la entrada del Theresienwiese matando a trece visitantes e hiriendo a otros 200 más. La bomba había sido colocada por Gundolf Köhler, de 21 años y miembro de organizaciones neonazis, quien murió en el acto al no conseguir alejarse a tiempo de la bomba. Aunque se atribuye a Köhler la autoría en solitario del acto ha habido quien lo ha relacionado con la Operación Gladio.2
Hoy en día la tienda de campaña donde se expende cerveza Hofbräu-Festhalle con 10.000 personas es la más grande en el Theresienwiese.
En total, la Oktoberfest ha sido cancelada un total de veinticuatro ocasiones debido a causa diversas (guerra, epidemias y otras emergencias).


Viaje y Alojamiento

Si queréis ir al Oktoberfest y alojaros en Munich hay que ir reservando con un año de antelación, por lo menos. Otra opción es alojarse en los alrededores y hacer uso de la red de tren, que es buena pero cara. Nosotros optamos por ir y venir desde Innsbruck y el viaje sale sobre unos 80 euros ida y vuelta. Lo bueno es que los trenes son frecuentes y están muy bien, eso sí si vas en fin de semana no olvides que hay que estar allí a las 10 o no encontrarás sitio, nosotros salimos de Innsbruck a las 7 y llegamos sobre las 9. En los trenes no es necesario reservar, pero te arriesgas a tener que ir de pie, claro está. La reserva cuesta sobre unos 5 euros extra.

El grupo aventurero en el tren de camino a Munich.
Si queréis más información sobre los trenes hacia o desde Munich podéis encontrarla aquí

También si queréis ir más tranquilo se puede reservar mesa. Según fuentes extraoficiales unas 6 horas de mesas sale por unos 50 euros por barba (sin comida ni bebida, of course), así que pensároslo.


Casetas y Gastronomía

La fiesta oktobersera se da principalmente en las "tiendas" (o "casetas" siguiendo una terminología ferial). Estas las montan distintas entidades con el patrocinio de las marcas de cerveza. En cada una se vende una sola marca. Nosotros estuvimos en la de Paulaner que es enorme (caben 8000 personas). En casi todas puedes elegir estar dentro, donde se baila más,  o fuera en el Biergarten. Nosotros elegimos fuera por no buscar dentro y hay que reconocer que cuando empezó a pegar el sol fue un poco incómodo. Al medio día nos mudamos al interior a bailar un poco.

La cerveza se sirve en vasos de a litro. De eso no te libras porque no hay otra medida, puedes pedir otra bebida si eres raro, pero debe ser siempre un litro. Sólo te sirven si estás sentado en una mesa, así que o tienes mesa propia o andas mendigando que te dejen sentare un momento para pedir. Los camareros acuden a las mesas y hay que reconocer que son tremendamente eficientes. El mas (que es el litro de cerveza) salía este año por 9.10 euros, que más la propina obligatoria lo deja en 10 euros el litro.


Raquel con el primer litro de la mañana.

Y yo no iba a ser menos.
Es costumbre, ya que se llega tan pronto, desayunar allí. El desayuno típico consiste en dos salchichas blancas (weisswurst) y un litro de cerveza, todo a las 10 de la mañana. Las salchichas de echo se sirven sólo hasta las 12. 

Juanlu fue más listo y se llevó un sombrero. 

La comida es bastante buena. Lo más típico es pollo asado, codillo al horno o salchichas. No es barato precisamente, pero está de muerte. 

La Fiesta

Dentro de la tienda, caseta o lo que sea hay bastante marcha. Una orquesta toca temas típicos tiroleses, o de heavy metal o de lo que les zumbe, y suelen ser bastante buenos. No hay mucho sitio para bailar y por eso la gente opta por subirse a lo taburetes (ojo, no hacedlo en las mesas que está prohibido).



Raquel bailando con nuestros amigos Munichenses, Pablo y Sandra.

Con tanta cerveza pues ya te dan ganas de hacer un poco el idiota.




























Conclusión


Como conclusión decir que es una fiesta digna de verse, pero imagino que ir una semana entera debe cansar mucho. El año que viene exploraremos las que se organizan en otros pueblos y no en el propio Munich, que prometen ser también muy interesantes.


Licencia de Creative Commons
Esta obra es de Daniel Manzano Diosdado y tiene una licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported License.

lunes, 10 de octubre de 2011

La madre de todas las minas

Cuando uno visita el extranjero suele intentar visitar sitios de relevancia histórica. Estos muchas veces se reducen a palacios, castillos, catedrales ... Sin embargo hay muchas cosas que a veces pasan desapercibidas y que son aún más relevantes. Un ejemplo es la mina de plata de Schwabz, que se encuentra muy cerca de Innsbruck y que fue la mina más importante de la edad media. 

La mina en cuestión es llamada "Mutter aller Bergwerke", que significa "la madre de todas las minas" y en su mejor momento concentró el 85% de la producción mundial de plata. Tuvo a más de 10.000 mineros trabajando al mismo tiempo y llegó a profundizar más de 800 metros de profundidad en el interior de la montaña. Tiene más de 100 km de túneles, todos artificiales, y es realmente impresionante. Ni que decir tiene la importancia histórica de la mina, con ella los emperadores se sufragaban sus guerras en su afán por conquistar todo lo que se les ponía por delante. 



La visita a la mina es organizada siempre, estando prohibido entrar por tu cuenta. Para ello primero te tienes que vestir de pseudominero y el acceso se hace mediante un pequeño tren. Las normas en el tren son sencillas, prohibido levantarse y prohibido hacer fotos, básicamente es porque el túnel es muy estrecho y te puedes hacer daño. Alguien muy alto tendrá que ir también agachado, imagino.






Después ya se va andando por las grietas, y hay que ir con bastante cuidado de no darse en la cabeza. 





Durante toda la visita hay muñecos animados que simbolizan a los mineros. Algunos también se mueven y hablan, rollo "parque del terror" pero en didáctico.







Una de las cosas que más impresiona es el drenaje del agua. Según nos contó el guía la filtración constante de agua en la mina era un problema muy importante, tanto que en el peor momento hubo 800 mineros trabajando al mismo tiempo sólo en drenar el agua formando una cadena humana con cubos. Posteriormente esto se solucionó con un molino que fue una obra maestra de la ingeniería de la época. Aquí una foto de una representación.







Y aquí un vídeo de una versión moderna tamaño natural funcionando




Otros datos a tener en cuenta. Aquí están los precios (16 euros por persona adulta). La visita dura en torno a una hora y se puede hacer en inglés o alemán, si no dominas ninguno de los idiomas en los sitios clave también hay unos teléfonos con distintos idiomas. La temperatura dentro es constante todo el años, unos 12 grados. Por supuesto no recomendable para claustrofóbicos o niños demasiado pequeños. 

En mi opinión debe ser una visita obligada en el tirol.





Licencia de Creative Commons
Esta obra es de Daniel Manzano Diosdado y tiene una licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported License.